Las dos drogas legales más importantes son los causantes del 12% de las muertes en el mundo!
Editorial, por Montse Rafel – El 26 de Junio es el día en que cada año, los integrantes de la Comunidad Dianova acompañados por nuestros amigos, hacemos un alto en el camino de nuestra tarea diaria para recordar a todos los que, debido a las drogas ilícitas ya no se están entre nosotros. Ese día los recordamos, pero también renovamos nuestro compromiso para seguir adelante, porque sí, como dice la campaña de la UNODC para este año: es posible prevenir y tratar los trastornos relacionados con las drogas.
Las drogas pueden afectar a cualquier persona, sea un talentoso actor como era Philip Seymour, fallecido de sobredosis en febrero de este año, hasta los cientos de miles de personas que cada año mueren por las drogas. Las Naciones Unidas cifra hasta 253.000 las muertes anuales causadas por el abuso de drogas ilícitas en el mundo.
En ese día internacional de "la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas", nos gustaría recordar que no solo las drogas ilícitas pueden matar. Las dos drogas legales más importantes – el alcohol y el tabaco – forman uno de los más peligrosos cocteles y son los causantes del 12 por ciento de las muertes en el mundo.
Queremos también recordar que ese día es una oportunidad para otros muchos eventos que no están relacionados con la UNODC, , tal y como la campaña "Apoye, no castigue". Se trata de una iniciativa global, apoyada por más de 100 ONG repartidas en todo el mundo. La campaña pide más inversiones dirigidas hacia respuestas más eficaces y eficientes, basadas en la despenalización de los usuarios de drogas y la eliminación de las leyes que obstaculizan los servicios de salud pública.
Sin embargo, queremos unirnos al mensaje de concienciación de la UNODC y del VNGOC sobre el problema que suponen las drogas para la sociedad en su conjunto y especialmente para los jóvenes, pero queremos extender este mensaje a todas las drogas, legales e ilegales, y no solo a las que son sometidas a una fiscalización internacional.
Con la UNODC, reiteramos nuestra convicción que “el consumo de drogas se puede prevenir y que el tratamiento funciona”, que no hay solo un camino de ida, que existe el retorno y que seguiremos luchando para ofrecer a los jóvenes la información, las herramientas y la ayuda adecuada para poder encontrar en sí mismo los recursos para lograr su desarrollo personal y su integración social – tal y como lo define la visión organizacional de Dianova.
También insistimos a los políticos, les subrayamos que una respuesta exitosa requiere de abordajes equilibrados, cooperativos e integrados que se ocupen tanto de la reducción de la demanda como de la oferta; les exigimos que intensifiquen la prevención, el tratamiento y la rehabilitación; que cierren la fosa que existe entre ciencia y práctica facilitando el diálogo entre la comunidad científica y los responsables de políticas. Finalmente que por encima de todo tomen en cuenta la inclusión y la cohesión social.
