Entrevista de George Odalo – Slum Child Foundation

Geoge Odalo

«Más allá de la provisión de comida y educación básica, es primordial prestarles atención, demostrarles que nos importan y que les queremos»

George Odalo nació en Korogocho, uno de los mayores suburbios de Nairobi, Kenia. Tras varios años viviendo en la calle, estableció la Fundación de los Niños de las Barriadas (Slum Child Foundation en su nombre en inglés), ONG que se dedica a ayudar a niños de la calle y a otras poblaciones vulnerables. 

¿Podría presentarse?

Me llamo George Ochieng Odalo. Nací y me crié en el suburbio de Korogocho, que es la tercera barriada más grande en términos de población y tamaño tras Kibera y Mathare Valley. En Korogocho viven alrededor de 200.000 personas hacinados en menos 1.5 kilómetros cuadrados. El barrio está  situado al noreste de la ciudad. Pasé una dura infancia antes de matricularme en la escuela secundaria, de la cual me vi forzado a salir y a convertirme en un niño de la calle durante bastantes años. Decidí dejar la calle y cambiar mi vida. Sin embargo, tuve buenos amigos que no quisieron ser pacientes con la vida en el suburbio en el crecimos y decidieron coger un atajo para salir de éste. Desafortunadamente no lo consiguieron. Ahora mismo, por un motivo u otro, seis amigos se hayan bajo tierra.

¿Cómo abandonó la calle?

George Odalo, cuando vivía en las calles
Cuando mi madre enfermó y la tuvieron que hospitalizar, me convertí en el sustento de mis hermanos. Ellos me motivaron a  hacer algo con mi vida y a ayudar a los demás.  Me di cuenta de que mi caso no era único, y que muchos otros niños estaban pasando por las mismas condiciones de vida. Esto es lo que me motivó a establecer la Fundación de Niños de la Barriada. Desde entonces el objetivo ha sido ayudar a otros niños a enfrentarse a situaciones similares, evitar factores de riesgo, proveer conocimiento y aprendizaje de capacidades de la vida que les permita protegerse a sí mismos y a otros para mejorar sus posibilidades de vida. Pese a las dificultades a las que me enfrenté, conseguí convertirme en un ejemplo a seguir para muchos niños. Finalicé mis estudios y actualmente estoy cursando una licenciatura en Kenia.

¿Qué podría contarnos de la Fundación de los Niños de las Barriadas?

La fundación desarrolla varios proyectos que persiguen no solo empoderar a los niños de las calles y suburbios de Nairobi, si no que además pretenden inspirarles, especialmente a las niñas. Hemos implementado proyectos de alcance comunitario para niños escolarizados y sin escolarizar de las calles, ya que éstos constituyen la población más vulnerable. Además, hemos establecido clubs de niños, como el Club Nina Haki Toto, que se dedica a crear conciencia sobre los derechos de los niños de la calle, reducir los casos de abuso y sensibilizar a los niños de la calle sobre los riesgos de la droga y sus consecuencias. El objetivo último de todos nuestros programas es alejar a los niños y jóvenes de las calles y ayudarles a que se decanten por un vida sin drogas.

slum child foundation
También contamos con programas de huérfanos y niños, así como otros programas para jóvenes. Respecto al primer colectivo, la fundación les ayuda a comer mejor y a obtener educación primaria, secundaria y formación profesional. Esto es posible gracias al trabajo de otras organizaciones socias y a que simpatizantes de esta causa asumen las tasas escolares de algunos niños, ya que muchos niños con buenos resultados académicos se ven forzados a dejar su estudios por falta de dinero.

¿Qué necesitan con más urgencia los niños de la calle?

Como todos los niños, los niños de la calle necesitan amor. Más allá de la provisión de comida, ropa y educación básica, tener conocimiento sobre las consecuencias del consumo de droga, es primordial prestarles atención, demostrarles que nos importan y que les queremos. El problema es que no hay voluntad política para superar este problema y que la gente está más por la labor de desviar dinero público para atender sus propios intereses personales antes que ayudar a poblaciones vulnerables o a niños pobres como con los que trabajo. Nosotros lo hacemos lo mejor que podemos, pero los fondos son demasiado escasos, por lo que mi petición es contar con el apoyo de todo el mundo… Un dólar puede hacer mucho! 

¿Le gustaría dejar algún mensaje? 

Los niños de la calle son como sus propios hijos: son seres humanos, como ustedes. Cada uno de ellos cuenta con un potencial pero no dispone de soporte. Si pueden ofrecerle apoyo a uno de ellos, será capaz de transformar el mundo en un mundo mejor. Si no hubiese sido capaz de reintegrarme en mi comunidad, ¿quién sería y dónde estaría yo mismo? Ayudando a un niño de la calle, estará criando a otro George en algún otro lugar. Sin embargo, lo más importante es proporcionarles amor, ya que un millón de dólares sin una pizca de amor, no tiene ningún valor. Mientras que un dólar que se dá con amor tiene más impacto.